Con 38 votos en contra y 31 a favor la Cámara de Senadores frenó esta madrugada el proyecto de intrerrupción voluntaria del embarazo que contaba con media sanción de Diputados. Dos legisladores se abstuvieron de votar en una maratónica sesión que duró 16 horas, con una multitud dividida en dos posiciones que aguardaba en las inmediaciones del Congreso el resultado.
A las 2.44 de la madrugada la votación, que duró sólo unos segundos, falló en contra de autorizar la legalización del aborto luego de escuchar a 62 oradores que participaron en la discusión. Afuera, y hasta el momento de la votación, la plaza del Congreso y decenas de cuadras alrededor permanecieron repletas de manifestantes con pañuelos verdes y celestes, a quienes no amedrentaron la lluvia, el viento y el frío.
Según la Constitución, el proyecto no podrá volver a debatirse hasta el 1 de marzo de 2019. Pero en los hechos la discusión se postergaría hasta 2020, porque el año que viene la composición de ambas cámaras del Congreso no cambiará y no tendría sentido insistir con las mismas voluntades.
Los antiabortistas llegaron con 37 votos asegurados y sumaron a un indefinido antes del inicio del debate: el peronista tucumano José Alperovich.
Pero los impulsores de la legalización del aborto aseguraron que no se darán por vencidos. «El futuro no le pertenece al no. Más temprano que tarde las mujeres van a tener la respuesta normativa que necesitan. Más temprano que tarde el sí va a ganar este debate», dijo el senador Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque del Partido Justicialista en su discurso de cierre.
Durante los últimos cinco meses Argentina vivió un intenso y acalorado debate que del parlamento se trasladó a las calles.
Una multitud de partidarios y detractores de la medida desafiaron la intensa lluvia que cayó en Buenos Aires para seguir el debate en las pantallas gigantes instaladas en el exterior del Congreso.
Entre los celestes, el sacerdote Federico Berruete, de 35 años, se congratuló por lo que consideró «una gran muestra de fe».
«Mucha gente se ha movilizado para un país más humano. Hay que defender al niño por nacer», afirmó.
La Cámara de Diputados había aprobado la medida el 14 de junio y el presidente Mauricio Macri dijo que la firmaría si superaba el trámite en el Senado.
Reforma del Código Penal
Aunque la legalización del aborto no podrá ser debatida hasta el 1º de marzo próximo, la posibilidad de despenalizar el aborto sí se discutiría este año, una vez que el presidente Mauricio Macri mande al Congreso la reforma del Código Penal.
La elaboración del anteproyecto de reforma del Código Penal está encomendada a una comisión que integran una docena de juristas, quienes le entregarán el texto al Presidente el 21 de este mes.
El borrador de reforma del Código Penal suaviza la ley en determinados casos y la adapta al fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sobre aborto no punible.
Hace 20 días, el presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal, el camarista federal en lo Penal Mariano Borinsky, anticipó los cambios sugeridos en el Código Penal relacionados con el aborto. La propuesta de la comisión, integrada por diez juristas y dos representantes del Gobierno, no es vinculante, porque es el Congreso el que deberá aprobar una ley para reformar el Código Penal.
En palabras de Borinsky, el anteproyecto de reforma del Código Penal “busca lograr un equilibrio que tutele todos los derechos constitucionales en juego: el derecho a la vida y el derecho a la libre disponibilidad del cuerpo de la mujer”.
“¡Vamos todavía!”
Segundos después de que el Senado rechazara el proyecto de ley para legalizar el aborto en Argentina, la vicepresidente Gabriela Michetti, quien preside la Cámara Alta, festejó con un “¡Vamos todavía!” en el recinto.
La frase se escuchó ya que el micrófono permanecía prendido en el recinto luego de que Michetti levantara la sesión a las 2.45 de este jueves. Manifiesta detractora del aborto, la Vicepresidenta lanzó: “¡Vamos todavía, vamos!”.
