El “puente” del glaciar Perito Moreno terminó su proceso de ruptura solo con la noche como testigo y liberó más de un kilómetro cúbico de agua que impactó en la costanera de El Calafate, donde varios vecinos debieron abandonar sus hogares.
El rompimiento ocurrió de madrugada, en plena oscuridad y cuando ya no se encontraban turistas, ni científicos ni cámaras que pudiera registrar el esperado fenómeno. El intendente del Parque Nacional Los Glaciares, Germán Solveyra dijo que no se podía especificar el horario de la caída del hielo debido a que “a partir de las 22 la zona fue liberada de público” para cumplir con las medidas de seguridad que habían sido establecidas.
El proceso de rompimiento comenzó el sábado a la mañana con las primeras filtraciones y finalizó la madrugada de ayer sin público ni luz que haga posible el registro del fenómeno. Además, según dijo Solveyra, “no hubo mucho ruido ni una gran caída única, como sucedió en las experiencias anteriores”.
Hoy a la mañana, el lago Argentino había alcanzado su cota máxima de crecimiento -la mayor en los últimos 30 años- producto de la caída del puente de hielo, y luego comenzó a descender. «Hubo ruptura del glaciar, por eso el agua pasó para la zona baja de chacras en Calafate», explicó Martín Freile, secretario municipal de Gobierno de El Calafate.
Los expertos indicaron que se necesitarán unas cuantas horas más para que el agua termine de fluir y pueda equilibrarse el Brazo Rico y el Canal de los Témpanos. «El glaciar seguirá con su proceso, en función de ser considerado un glaciar en equilibrio. En agosto o septiembre próximos se habrá acercado nuevamente a la Península de Magallanes y en función de ese crecimiento formará o no otro dique», detalló Luciano Bernacchi, director de Glaciarium.