El Papa Francisco expresó su “dolor y vergüenza” por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos, en el primero de sus discursos públicos en Chile, durante su visita a La Moneda.

«No puedo dejar de manifestar el dolor y vergüenza que siento por parte del daño causado a niños por parte de ministros de la iglesia», dijo durante su intervención en el acto de recepción en el Palacio de Gobierno.

«Me quiero unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir», agregó.

Los abusos sexuales en el seno de la iglesia han contribuido al distanciamiento que una buena parte de la sociedad chilena tiene de la Iglesia católica. Francisco llegó a un país en pleno cambio social, que acaba de aprobar el aborto terapéutico y tramita en el Parlamento el matrimonio homosexual, tras la adopción de la unión civil de parejas del mismo sexo.

Una vez concluido su encuentro con Bachelet, el pontífice tendrá su primera misa en el parque O’Higgins de Santiago, antes de visitar la cárcel de mujeres de la capital chilena. Luego proseguirá sus actividades reuniéndose sucesivamente con sacerdotes, obispos y jesuitas.

Por su parte, el presidente electo Sebastián Piñera reconoció que «me gustaría recibir los consejos del Papa», al ser consultado si considera que debe reunirse con el jefe de la Iglesia.

“El Papa nos regaló la medalla Papal. Yo rescato de la visita muchas cosas. Es un mensaje de alegría y esperanza”, contó el presidente electo Sebastián Piñera tras la actividad del Pontífice en La Moneda..

“Yo rescato ese sentido de trascendencia de la vida. Muchas veces lo urgente nos aleja de lo importante”, dijo.

La jornada estuvo marcada por el perdón del Papa por los abusos sexuales cometidos por “ministros” de la Iglesia. Al respecto, dijo: “Fue valiente el reconocimiento que hizo de las coductas inapropidas de miembros de la iglesia que han causado daño a los niños”, consideró.

Agregó que “se cometieron demasiados abusos durante demasiado tiempo. La Iglesia no reaccionó con fuerza. Y que el Papa diga que sintió dolor y vergüenza es una buena señal”.