Precedido de un clima de tensión política con el gobierno de la Provincia, el Astillero Río Santiago fue el escenario elegido por el nuevo Arzobispo de La Plata, Víctor «Tucho» Fernández, para celebrar la misa que se realiza cada año en el marco del Día de San Cayetano, patrono del trabajo.
Ante unas 2.500 personas, Fernández llevó la bendición en la tradicional celebración que afianzó el ex arzobispo Héctor Aguer, quien incluso se convirtió en “padrino” de la planta naval.
Durante la homilía, el hombre «mimado» del Papa Francisco aceptó convertirse en el nuevo padrino del Astillero, pero sobre todo se comprometió a interceder para garantizar la continuidad laboral.
En el marco de la lucha que lleva adelante el gremio con el fin de reactivar el mayor astillero del país, el Arzobispo platense instó a la unidad de los trabajadores y sostuvo que el «trabajo dignifica al hombre».
No fueron ajenas a esta celebración las denuncias impulsadas por la intervención de la empresa contra los gremios por supuestos fraudes, ni la movilización que el domingo pasado hicieron en Ensenada trabajadores y dirigentes sindicales que acusan al gobierno bonaerense de intentar “desfinanciar” el Astillero.
De la misa, participaron integrantes de la Comisión Administrativa de ATE Ensenada, dirigentes del Frente Gremial de la Región, diputados provinciales, alumnos de la ETARS, trabajadores y familiares.