En medio de la crisis que atraviesa el sector productivo en la provincia de Buenos Aires, con subas de costos y caída del consumo que llevaron al cierre de empresas de distintos rubros, el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, negó que exista una situación de despidos masivos que genere preocupación al Gobierno.

«Hoy no tengo la necesidad de enfrentar despidos masivos, pero sí algún bloqueo o quite de colaboración por despido de cuatro o cinco trabajadores», afirmó Villegas. En ese sentido, destacó que «lo que más se da es el cambio del tipo de trabajo, que eso hoy genera un problema. O el despido de algún trabajador conflictivo».

Además, precisó que “en abril de este año teníamos en la provincia un 0,7% más de empleo registrado que en el tercer trimestre de 2017”. También planteó que el principal problema para la generación de empleo son “los costos que ahogan al empleador”. 

En ese sentido, se pronunció a favor de “una reforma laboral de fondo» para «bajar el costo laboral no salarial; es necesario un gran acuerdo para resolver las cuestiones de fondo del empleo”.

Mayo fue un  mes crítico para el empleo, la industria y el comercio en la provincia, en especial en el interior, donde hubo cientos de despedidos que se sumaron a otras personas que perdieron su fuente laboral desde que comenzó este año.

Sólo en mayo, Chascomús sufrió un cimbronazo en dos empresas, bastiones de la economía local: la metalúrgica Emepa despidió a 80 empleados y la planta de aguas Villa del Sur dejó sin trabajo a 34 personas, mientras que el resto de los trabajadores tuvieron que tomar vacaciones forzadas. A este panorama, se suman los 62 despidos de la fábrica tecnológica Unitec Blue en abril pasado.