Cristian Pastorino, alias el «Kiki», se disparó en la cabeza luego de ser rodeado por la Policía durante un operativo en el asentamiento El Monarca, ubicado en el barrio Manga de Montevideo.
En un principio se informó que el asesinado de Alison Pachón y Florencia Cabrera falleció poco después cuando era trasladado a una policlínica. Pero fuentes policiales confirmaron a El País que el joven está internado con «muerte cerebral».
El delincuente se encontraba oculto en una casa de madera del asentamiento cuando llegó la Policía.
El operativo demandó varias horas de patrullaje y tareas de vigilancia. Para no alertar al asesino, se presentaron en el lugar vestidos de particular, informó Telenoche.
Cuando ingresaron a la casa el delincuente se disparó en la cabeza. Fue trasladado envuelto en una frazada en una camioneta a un centro asistencial.
Ola de asesinatos
El pico de violencia registrado entre el viernes 16 y ayer causó la muerte de diez personas. El crimen que generó mayor conmoción e indignación social fue el de la cajera del supermercado Vero, Florencia Cabrera (26), ocurrido a las 18:30 horas del sábado 17.
El cuerpo de Florencia Cabrera fue sepultado en la mañana de ayer en medio de escenas de dolor y rabia.
El matador, Cristian Pastorino Pimentel (22), alias «Kiki», disparó por la espalda a Cabrera cuando ya se llevaba el dinero de la caja, alrededor de $ 2.000. «Kiki» es considerado por la Policía como el hombre más buscado del país. Se lo buscó ayer en los barrios Tres Ombúes, La Teja, Nuevo París y La Blanqueada.
En la rapiña al supermercado Vero, el guardia de seguridad, José Sánchez, de nacionalidad venezolana, también recibió un disparo en el tórax cuando se encontraba en el piso. Sánchez se encuentra fuera de peligro, aunque corre riesgo de perder la movilidad de sus piernas, informaron fuentes del gremio de trabajadores de seguridad.
El fiscal especializado en Homicidios, Juan Gómez, ordenó ayer allanamientos para tratar de ubicar al «Kiki» pero éstos no dieron los resultados esperados.
El crimen cometido por «Kiki» generó que, a la salida de una reunión con productores rurales en el Ministerio de Ganadería, el presidente de la República, Tabaré Vázquez fuera increpado por la demora de la Policía en capturar al asesino.
El joven era buscado desde diciembre del año pasado por ultimar a su pareja de 20 años.