El huracán Michael se debilita y baja a categoría 3 en el confín entre los estados de Alabama, Georgia y Florida. No obstante la pérdida de fuerza, Michael es aún muy peligroso y continúa su devastadora marcha pese a la reducción de su categoría.
Ayer llegó el huracán «monstruoso» al continente cerca de las tierras cercanas a Panamá City y alcanzó casi la categoría 5, la más poderosa, con vientos de más de 249 kilómetros por hora. Como explicó el gobernador Rick Scott, es «la peor tormenta en Panhandle en más de un siglo», y podría provocar una «devastación inimaginable», con lluvias de hasta 30 centímetros cúbicos y mareas de hasta 4,2 metros de altura
Hasta ahora se reportan dos fallecimientos a consecuencia de caídas de árboles sobre vivienda, uno en la localidad de Greensboro, Florida, y una niña de 11 años en el condado de Seminole, Georgia.
El impacto catastrófico del fenómeno ha causado apagones generalizados en tres estados, destruido carreteras, viviendas y negocios, derribado o roto incontables árboles y provocado una marejada en la zona costera de Florida que dejó sumergidas algunas casas, con inundaciones de hasta 25 metros.