El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, aseguró esta mañana que el reciente aumento en los servicios públicos “es el último que hay”, y consideró que el conflicto por las tarifas “es una de las catástrofes argentinas”.

En declaraciones al programa Aire de Noticias, de Radio Mitre, Pinedo recordó la enorme brecha que se produjo durante el anterior gobierno entre el ritmo de crecimiento de los precios frente al de las tarifas de energía.

“Esto era absolutamente insostenible, y de hecho el kirchnerismo empezó importando U$S 6.000 millones de energía durante su primer año de gobierno y terminó en U$S 10.000 millones por año, y como resultado se llegó a que el 5% del producto bruto se destinaba a pagar (subsidios) a las empresas del sector para que entregaran un servicio de energía a esos precios ridículamente bajos; por supuesto se llegó al punto del colapso y ahora estamos saliendo de esa mentira hacia la realidad”.

En este sentido, enfatizó que el aplicado recientemente es el último gran incremento de tarifas y adelantó que “luego seguirá aumentando en función de la inflación, como ocurre con cualquier precio, pero es una inflación que irá bajando”.

Pinedo reiteró que a partir de mayo el índice de precios “va a bajar sustancialmente” y consideró que “el momento más dramático “ya ha pasado”.

“Los aumentos se pueden pagar con inflación, o con impuestos, o asumirlo de la manera más asequible posible, pero siempre hay alguien que tiene que pagar las tarifas; si Macri quisiera bajar la inflación solamente, lo haría en 6 meses, lo que ocurre es que el costo social sería tremendo y se prefirió aplicar un plan que involucra muchas variables”, advirtió el senador de Cambiemos.

Pinedo destacó la propuesta acercada por la UCR para aplanar los aumentos y prorratearlos para facilitar el pago de las facturas durante los bimestres de mayor consumo. Consultado sobre las críticas al Gobierno por la iniciativa de aplicar una tasa de interés por el financiamiento de esos aumentos, aclaró que “es un tema de recursos y también de dar señales de que se respetan las reglas de juego para los millones en inversiones que hacen falta en el sistema energético, porque si a los inversores se les dice que las reglas de juego van a cambiar, se retiran”.

“Buscamos dar financiamiento con pagos de valores reales, pero espaciados en el tiempo”, justificó.