Los líderes del G20 firmaron hoy en Buenos Aires un documento final único que incluye las principales posiciones unilaterales planteadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sin modificar el consenso internacional alrededor del libre comercio y la lucha contra el cambio climático.
«Podemos estar contentos: hemos alcanzado importantes acuerdos. (…) Nos pusimos de acuerdo en un documento», celebró el presidente Mauricio Macri al cerrar la última jornada de negociaciones en la primera cumbre del G20 realizada en un país sudamericano.
Tras el cierre de la cumbre, Macri explicó el documento final en una conferencia de prensa y destacó el pedido por «un comercio más justo», «revitalizar» la Organización Mundial del Comercio (OMC) y «poner énfasis» en la próxima cumbre sobre cambio climático en Polonia este mes.
Hasta último momento, ningún líder o analista internacional se animaba a pronosticar si la cumbre terminaría con un consenso.
Los ejes más calientes del documento final eran justamente los temas que enfrentan a Trump con la mayoría de la comunidad internacional: su política económica proteccionista -incluida la guerra de aranceles que comenzó contra China a mediados de año-, su decisión de abandonar el Acuerdo de París que firmaron 195 países para luchar contra el cambio climático y su negativa a adherir a reglas globales de migración.
El documento final de la cumbre del G20 en Buenos Aires, que tiene 31 puntos, estableció que la OMC debe ser reformada porque el actual sistema global de comercio «no está llegando a cumplir sus objetivos y hay espacio para que sea mejorado».
«Por eso, apoyamos la necesaria reforma de la OMC para mejorar su funcionamiento. Revisaremos el progreso hecho en nuestra próxima cumbre», agregó el documento, haciendo referencia al encuentro del año que viene que se realizará en Japón.
El texto, sin embargo, no entra en detalles sobre qué reglas deben ser reformadas, otro punto en el que Trump y el resto de las potencias difieren -con China a la cabeza-, ni hace una defensa explícita al libre comercio y un rechazo al proteccionismo, dos principios que estuvieron presentes en los documentos finales de las anteriores cumbres del G20.
En cuanto al cambio climático, a diferencia de lo que sucedió en la cumbre pasada en la ciudad alemana de Hamburgo cuando Trump fue excluido y no hubo un acuerdo unánime, el documento final de Buenos Aires sí incluye la posición disidente de Estados Unidos y acepta la división interna dentro del grupo de potencias.
«Los signatarios del Acuerdo de París, que también se sumaron al Plan de Acción de Hamburgo, reafirman que el Acuerdo de París es irreversible y se comprometen a toda su implementación, y reflexionan sobre las responsabilidades comunes y diferenciadas y las capacidades respectivas, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales», sostuvo el texto.
En el punto siguiente, el documento reconoce e incluye la posición del gobierno de Trump: «Estados Unidos reitera su decisión de retirarse del Acuerdo de París y reafirma su fuerte compromiso con el crecimiento económico y el acceso a la energía y la seguridad, utilizando todas las fuentes de energía y tecnologías mientras protege el medio ambiente».
Otro de los temas que crearon tensión con Trump y también con otros líderes del G20 es la migración, una cuestión sensible en Europa tras el cierre de sus fronteras internas y externas en 2015 y en Estados Unidos por la política restrictiva del actual gobierno.
«Grandes movimientos de refugiados son una preocupación global con consecuencias humanitarias, políticas, sociales y económicas. Hacemos énfasis en la importancia de las acciones compartidas para enfrentar las causas de raíz de los desplazamientos y responder a las crecientes necesidades humanitarias», concluyó el documento, sin mencionar el Pacto sobre Migración de la ONU que se firmará el próximo 10 y 11 diciembre en Marruecos.
Varios gobiernos ya anunciaron que no firmarán este pacto impulsado por la ONU, entre ellos algunos miembros del G20 como los de Estados Unidos, Italia y Australia.
Las dos jornadas de la cumbre en Buenos Aires estuvieron plagadas de momentos tensos por la guerra de aranceles que Trump lanzó contra China este año, por los cruces verbales entre Washington y Moscú tras la última escalada militar en Ucrania y por la sospecha que pesa sobre el príncipe heredero de Arabia Saudita por el asesinato de un periodista.
Sin embargo, la firma de un documento final único y consensuado evitó repetir el quiebre de la cumbre del año anterior en Alemania y de otros encuentros multilaterales de este año, aunque no logró superar las diferencias abiertas por Trump.