El Estado no aprobó la gestión de Mariano Recalde al frente de Aerolíneas Argentinas en los períodos 2014 y 2015 por considerar que «colocó a la compañía al borde de la quiebra», lo que dejó abierta la puerta para eventuales reclamos a quienes condujeron la empresa. Por su parte

El ahora legislador porteño cuestionó ayer la decisión de la compañía y dijo que «es falso que la empresa haya quedado al borde de la quiebra. Por el contrario, la empresa estaba en proceso de concurso de acreedores cuando asumimos la gestión”.

La decisión de AA se tomó hoy, en las oficinas de la aerolínea en el Aeroparque porteño. Allí, los representantes de los socios, el Estado y los empleados a través del programa de participación (PPP), trataron los balances de esos dos períodos. El mayoritario rechazó la gestión y aprobó el balance. La fórmula de los trabajadores fue algo más benévola con Recalde: abstención y aprobación respectivamente.

Estos balances eran los únicos pendientes de ser visados por el órgano superior de la sociedad. Con los anteriores no tuvo problema, pasaron sus problemas por el tamiz del socio controlante. Pero aquellos sillones dónde se sentaban sus padrinos políticos ahora están ocupados por otros funcionarios.

Los argumentos de la decisión permiten inferir que vendrán reclamos. La asamblea concluyó que el Directorio «ha identificado deficiencias en los sistemas de información y control» que impidieron validar la existencia de repuestos y bienes rotables. Además, se habló de los subsidios, contablemente, las pérdidas. Los números delatan una pérdida neta del ejercicio 2015 de $6487 millones, más un déficit de capital de trabajo de $2781 millones. «Todo ello derivando en un patrimonio neto negativo que colocó a la Sociedad en los causales de disolución», argumentó el Estado.

En un comunicado emitido pocas horas después de conocerse la evaluación firmada por los accionistas de la empresa, de la que el Estado es socio mayoritario, Recalde sostuvo que “resulta cuanto menos extraño para la lógica de funcionamiento de cualquier empresa,  que se haya aprobado el balance pero no la gestión de los directores”.

“En 7 años de gestión pública aumentamos la flota de 26 aviones operativos en 2008 a 76 aviones operativos en 2015, aumentamos la cantidad de pasajeros de 5.377.968 en 2008 a  10.776.000 en 2015, y redujimos el déficit y las transferencias estatales asignadas en el presupuesto a Aerolíneas Argentinas”, detalló Recalde.

Y resalta que cuando entregaron la empresa en 2015, el patrimonio neto era positivo (107 millones de dólares) y los activos se incrementaron casi 4 veces,números contenidos en los balances que sí fueron aprobados y que desmiente claramente a la evaluación del estado en tanto socio mayoritario.