Luego del fuerte salto del miércoles, la cotización del dólar arrancó este jueves con un incremento de 18 centavos, a $ 21,80 en los principales bancos, y rápidamente pasó la barrera de los $ 22, hasta llegar a los $ 23 cerca de las 15, para cerrar a $22,99.

Para contrarrestar esa disparada, el Banco Central volvió a endurecer su política monetaria. Llevó la tasa de interés de referencia al 33,25%. El viernes ya la había subido de 27,25% a 30,25%. Es decir que en menos de una semana aplicó un suba de 600 puntos básicos. En las dos ocasiones, fuera de agenda, ya que por calendario, la reunión del comité de política monetaria estaba programada recién para el 8 de mayo.

El BCRA explicó en un comunicado difundido hace instantes por qué tomó esta decisión:

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En el Gobierno insisten en que la depreciación de las monedas contra el dólar es generalizada, pero lo cierto es que hoy el resto de las monedas emergentes están operando en niveles parecidos a los de ayer, mientras que el peso sigue perdiendo terreno.​

En tanto, en el mercado mayorista (donde interviene el Banco Central) subía 53 centavos, a $ 21,72. La entidad intervino desde temprano, cuando buscó, sin éxito, poner un techo en $ 21,50. Y luego cuando tocó $ 21,90.

El miércoles la entidad monetaria vendió US$ 504 millones. Sin embargo, no logró más que hacer disminuir apenas el ritmo de suba del dólar, que finalmente saltó casi 60 centavos.