El control de presentismo en distintas oficinas públicas se va extendiendo en la Provincia, donde ayer le tocó el turno a los empleados del Senado, que de ahora en más tendrán que registrar su horario de entrada y salida.
Se trata del denominado «control biométrico», por el que cada agente debe registrar la concurrencia a través de su huella digital. “Funcionará de manera experimental por un mes y después será en forma definitiva”, indicaron fuentes de la Cámara alta.
Las máquinas fueron colocadas cerca del área de Seguridad del Senado y también se instalaron cámaras para evitar eventuales daños.
El control biométrico viene funcionando en varias dependencias oficiales. Una de las primeras reparticiones en aplicarlo fue el ministerio de Economía y la Agencia de Recaudación (Arba). Pero también comenzó a operar en el ministerio de Infraestructura, en IOMA y en hospitales.
De acuerdo a lo trascendido, la idea es extenderlo a la mayoría de las reparticiones.
En la Cámara de Diputados, el control de asistencia es a través de una tarjeta que deben marcar los empleados y se puso en marcha hace algunos meses. “Estamos en pleno reordenamiento de la planta de personal”, dijeron en la Cámara baja, donde no descartan emular la decisión del Senado y establecer el control biométrico para los empleados.
Este tipo de iniciativas no solo tienen relación con el cumplimiento del horario laboral, sino también con una medida que dispuso el gobierno de María Eugenia Vidal este año y que tiene que ver con el pago de un plus por presentismo.
En efecto, para el caso de los empleados de la administración central el gobierno bonaerense dispuso pagar 6.000 pesos al año, que cobrar en su totalidad los empleados que no falten.