Oscar Centeno, el chofer de Baratta, admitió haber quemado los cuadernos en los que durante diez años habría registrado los presuntos pagos de sobornos de empresarios a los gobiernos de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
«Los quemó. Oscar Centeno declaró anoche, en el juzgado de Claudio Bonadio, lo que jura que es su última versión sobre el destino de los ocho cuadernos en los que detalló rutas, pagadores y destinatarios de coimas (sobornos)«, publicó este sábado el diario «La Nación», que este miércoles reveló la supuesta trama de corrupción entre 2005 y 2015.
Según Centeno, que fue chofer del ex «número dos» del Ministerio de Planificación Federal kirchnerista Roberto Baratta, los cuadernos fueron quemados «cerca de mayo de este año» porque «le estaban trayendo muchos problemas».
El hombre declaró bajo la figura legal de testigo protegido, un beneficio que le otorgó el juez Bonadio después de escuchar su última declaración en los tribunales de Buenos Aires.
Anoche, después de que el juez Bonadio homologó el acuerdo que había firmado el remisero con el ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal Carlos Stornelli y que le otorgó la figura de imputado colaborador, Centeno fue excarcelado y pasó su primera noche como testigo protegido en un domicilio reservado y con custodia policial.
El ministerio de Seguridad -de quien depende este programa- ya trabaja en el plan de seguridad que le presentarán.
La Justicia investiga si los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández lideraron una asociación ilícita que cobraba sobornos para la concesión de contratos de obra pública, informó este viernes el fiscal a cargo del caso, Carlos Stornelli.