La crisis sanitaria que ha estallado en Francia por un brote de salmonela en decenas de bebés supuestamente afectados por ingerir la leche maternal Lactalis ha salpicado a 83 países, donde la multinacional retirará lotes procedentes de la fábrica francesa investigada.

El responsable de uno de los mayores grupos lácteos del mundo, Emmanuel Besnier, explicó al Jornal de Dimanche (JDD) que «hay 83 países afectados que están bajo el mismo procedimiento de retirada de productos (que en Francia). Tenemos un gabinete de crisis tanto para el extranjero como para Francia», sin detallar de qué países se trata.

En Francia, la crisis alimentaria de la empresa láctea afectó a 35 menores de seis meses, quienes contrajeron salmonelosis durante el pasado diciembre, aunque todos ellos evolucionaron favorablemente, y hay otros dos casos, uno en Bilbao(norte de España), y a otro en Grecia, que aún falta confirmar.

El supuesto foco de esta bacteria está en la fábrica situada en Craon, en el oeste de Francia y actualmente en paro técnico.

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El escándalo de la leche contaminada ha llevado al Gobierno francés a intervenir, tanto contra Lactalis como contra las cadenas de distribución, que siguieron dispensado el producto a pesar de las prohibiciones.

«Hay denuncias contra nosotros, habrá una investigación y nosotros colaboraremos con todo lo que nos pida la Justicia, aunque nunca habrá riesgo cero en esta cuestión, como sucede en otras», asumió el patrón de la empresa.

Lactalis, fundado en 1933 y que no cotiza en Bolsa, pasó a ser uno de los gigantes mundiales del sector lácteo desde que lanzó una opa hostil en 2011 a la italiana Parmalat.

Actualmente cuenta con 246 fábricas en 47 países, entre ellos España, México, Brasil, Argentina, Colombia, Venezuela y Chile.

El presidente de la recién creada “Asociación de Familias Víctimas de la Leche Contaminada”, Quentin Guillemain, declaró al canal Bfmtv que tienen “preguntas muy precisas” para el líder de Lactalis, al que acusó de “opacidad” y de “mentir”. “Si piensa que con dinero va a comprar nuestro silencio, se equivoca”, dijo Guillemain, quien demandó “más explicaciones” sobre el fallo en cadena que provocó la crisis sanitaria.

El supuesto foco de esa bacteria está en la fábrica situada en Craon, en el oeste de Francia y actualmente sin funcionar.

“Los análisis de los que disponemos sirven para situar potencialmente el problema en el primer trimestre de 2017. En esa época hicimos obras en las instalaciones”, relató Besnier, considerado como poseedor de la octava fortuna de Francia. Asimismo, asumió que “cinco lotes no deberían haber salido al mercado”, aunque aclaró que “corrigieron el error al día siguiente”.

El escándalo llevó al Gobierno francés a intervenir, tanto contra Lactalis como contra las cadenas de distribución, que siguieron dispensando el producto a pesar de las prohibiciones.