Tras la denuncia de un joven seminarista a dos curas del Monasterio Cristo Orante, en Tupungato, provincia de Mendoza, se conoció otro caso de abuso sexual en el entorno religioso, en tanto que desde el Arzobispado admitieron que conocían otros hechos similares.
Según informó esta mañana el portal Los Andes, el joven denunció que fue violado cuando era menor de edad y luego la policía detuvo a los monjes Diego Roque y Oscar Portillo, dos religiosos de Buenos Aires que regentean, desde 1996, el monasterio.
En las últimas horas, la Justicia imputó a estos dos sacerdotes. Luego el procurador de la Corte Alejandro Gullé explicó que desde el Arzobispado se conocían otros hechos anteriores y prestarán colaboración. De hecho, se entregó la documentación de una “investigación administrativa” en contra de los monjes Roque y Portillo a raíz de una denuncia penal.
“Está a punto de ser elevado a un tribunal eclesiástico y es anterior a la denuncia. Los hechos tienen que ver pero no son calcados, no se habló en principio de acceso carnal, se habló de temas vinculados, aparentemente no son delitos”, argumentó Gullé.
“No investigamos a la Iglesia como institución sino a solo dos sacerdotes. Hemos recibido el ofrecimiento del colaboración del Arzobispado”, afirmó.
Los monjes detenidos fueron formalmente acusados por “Abuso sexual simple, agravado por el abuso de autoridad”; “Abuso sexual agravado por acceso carnal y tentativa de abuso sexual con acceso carnal” y por “corrupción de menores y corrupción de mayores”, ya que los supuestos abusos habrían ocurrido entre 2009 y 2015, años en que la presunta víctima llegó a la mayoría de edad legal.