Separar las elecciones bonaerenses para cargos provinciales de los comicios nacionales, como analiza la Legislatura a pedido de la gobernadora María Eugenia Vidal, tendría un costo de unos 2.800 millones de pesos, un 0,3% del presupuesto destinado para el año próximo.
Con el actual sistema electoral, que obliga a realizar Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), junto a los comicios generales, si todas las provincias adelantaran sus elecciones, se gastarían unos 7.540.000.000 de pesos extra.
Con Buenos Aires y Jujuy, ambas gobernadas por Cambiemos, en duda, Salta, Formosa y la Ciudad de Buenos Aires, serían el año próximo los únicos distritos que unificarían las elecciones provinciales con las nacionales.
Mientras la gobernadora bonaerense continúa evaluando si convoca a los comicios en sintonía con la Casa Rosada para octubre, en caso de avanzar con esa medida debería destinar 2.789.800.000 pesos para poder desdoblar las elecciones locales.
Se trata del 0,3% del Presupuesto bonaerense para el año próximo. La estimación surge del cálculo de los 5.200 millones de pesos ejecutados para las legislativas 2017, más la inflación desde entonces (aproximadamente un 45%), dividido el porcentaje del total país del padrón de cada distrito.
Sin los recursos hoy previstos que salgan del Ministerio del Interior, Vidal tendría que comprar las urnas, los sobres, costear la logística para transportar los votos, fiscalización, el conteo, la impresión de las boletas, entre otras cosas. Una alternativa que manejan, es similar a las PASO, que no es utilizada por el oficialismo desde 2015, para abaratar el gasto extra.