Una trabajadora del Senado de la Nación, que se desempeña en planta permanente denunció por acoso sexual al legislador Juan Carlos Marino. En la denuncia se relatan distintas intimidaciones tanto físicas como verbales.
La acusación la hizo Claudia Mabel Guebel, quien trabaja en la Cámara de Diputados desde 2001 y actualmente se desempeñaba como asesora de Marino y, por decisión del legislador, trabajaba desde su domicilio. «Nunca tuve un trato de amistad ni de confianza, sí de respeto por su función«.
Guebel relató que al mes de comenzar a trabajar con el legislador empezó a recibir mensajes a su teléfono y videos alusivos al sexo. «Yo trataba de contestarle con respuestas evasivas que no comprometieran mi trabajo y que tampoco le den a pensar que yo estaba interesada en lo que me proponía», dijo. También dejó aclarado que no tenía vínculo, ni de confianza, ni de amistad y recalcó que los mensajes se los mandaba «constantemente, varias veces por semana».
Guebel explica que ingresó a la Cámara de Diputados como empleada en 2001, pero a partir de 2004 y hasta 2016 se desempeñó como secretaria de la Convención Nacional de la UCR. A continuación, volvió a trabajar en Diputados, en la comisión de Juicio Político, hasta que hace aproximadamente un año empezó a desempeñarse como asesora de Marino.
La licenciada comentó que se acercó laboralmente a Marino porque él presidía la Comisión de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia desde hacía muchos años. «Pensé que para mí iba a ser una posibilidad de contribuir y de aprender. Ilusamente pensé que trabajar junto a él era el lugar indicado para mí».
«Una vez que nos encontramos
solos directamente me tocó los
pechos y me preguntó cuándo
íbamos a tomar un café»
Además, agregó que los días 14 de cada mes iba al Senado para que Marino le firmara un certificado de asistencia, y que la primera vez que se presentó en su despacho fue abusada: «Me hizo pasar a su oficina donde se encontraban varias asistentes que al notar mi presencia automáticamente salieron del despacho. Una vez que nos encontramos solos directamente me toco los pechos, y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos».
La denuncia por acoso uncluye a Pedro Fiorda, jefe de despacho del Senador: «Al mes siguiente, concurrí al despacho del Senador, me atendió en esta oportunidad Pedro Fiorda, quien me hizo pasar a su oficina, en esta ocasión me dio conversación, me invitó a sentarme, me comentó que Marino tenía aspiraciones de ser Gobernador de la Provincia de La Pampa y que tenía intenciones de hacer una operación política acusando de pedofilia al por entonces pre candidato a Gobernador de La Pampa por Cambiemos. Luego de ello, Fiorda me tomó de los dos brazos con fuerza, y me introdujo su lengua dentro de mi boca con violencia, yo intenté separarlo pero no lo logré. Luego me dijo ‘Te voy a llamar a ver como seguimos’«.
Por último, comentó que los acosos siguieron por teléfono los días siguientes y que la situación le provocó un «fuerte cuadro de estrés, fiebre alta, ganglios inflamados y dolor en todo el cuerpo». Luego de eso, pidió ser trasladada y consiguió un puesto en la Dirección General de Investigación y Capacitación del Senado.