Un estudio realizado por el Conicet y el Centro de investigaciones del Medioambiente (CIM) de la Universidad Nacional de La Plata, alertó de la presencia excesiva de glifosato en el Río Luján, que atenta contra la flora y fauna, así como contra la propia población.

A los ya conocidos contaminantes que se arrojan desde el Parque Industrial de Pilar y Luján, como solventes y celulosa, se le agrega la presencia de estos venenos utilizados para fumigar en las plantaciones, principalmente de soja y trigo.

El agroquímico, más conocido como “Roundup”, es fabricado por la multinacional Monsanto y fue calificado como un líquido “potencialmente peligroso” por la Organización Mundial de la Salud. Así mismo, varios países del mundo prohíben su uso para las cosechas. Es que el impacto en la salud humana puede provocar enfermedades de piel, enfermedades respiratorias, digestivas e incluso diferentes tipos de cáncer.

 

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La investigación realizada por el Conicet y el CIM se dio en base a diferentes muestras que se fueron tomando en distintos años y que arrojan un crecimiento de la presencia del agrotóxico en las aguas del río, algo que los especialistas consideran que proviene de los campos aledaños, que son sembrados con soja y se utiliza ese producto.

Para la ecologista de Pilar, Graciela Capodoglio, la cuenca de Luján es la de mayor presencia con glifosato “en todo el país”, así como sostuvo que este estudio está en conocimiento del gobierno de la provincia, quien por ahora no se ha pronunciado al respecto. “El río tiene la capacidad de recuperarse solo, pero si no dejamos de molestarlo, vamos a tener otro Reconquista o un nuevo Riachuelo en pocos años”, advirtió Capodoglio.

En el informe elaborado, se puntualiza que en el río Luján, los niveles de glifosato son de entre tres a cuatro veces mayor en los sedimentos que en el agua completa”, lo que significa que el agrotóxico se encuentra más en el fondo del cauce que en la superficie, lo que podría afectar gravemente a la vida del río.

A su vez, también se alertó que el uso excesivo del glifosato “está destruyendo los ecosistemas que invade”, como por ejemplo la eliminación de distintos tipos de plantas, la cual muchas veces es fuente de alimento de bichos y animales, lo que corta el ciclo natural de la flora y la fauna.