Ángel Moreira Marín, apodado «El Cachila», fue procesado con prisión preventiva este miércoles por la jueza que lleva adelante la causa por el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente argentina asesinada en 2014 en el balneario uruguayo de Barra de Valizas.
Según confirmaron, la jueza Rossana Ortega Montero tomó esta decisión luego de que el fiscal Jorge Vaz considerara que el hombre estuvo presente «antes, durante y después» del homicidio y que el móvil del crimen fue probablemente «sexual». Entonces Moreira, el cuidacoches de 33 años, quedó procesado como «presunto coautor del homicidio».
El fiscal también sostuvo que, de acuerdo a los datos obtenidos en la investigación, el acusado y su o sus cómplices obligaron a la víctima a salir de la playa con dirección a la zona boscosa detrás de los médanos, «probablemente con un móvil sexual».
Asimismo, la fiscalía entiende que se trata de «homicidio agravado por la alevosía» debido al estado de indefensión de la víctima al ser atacada por más de una persona.
No es la primera vez que Moreira queda preso por el crimen. En abril de 2015 había sido indagado y arrestado, pero puesto en libertad por falta de pruebas. En febrero de este año, cuando Vaz asumió como nuevo fiscal y analizó el expediente, volvió a citarlo y pidió su procesamiento, según publica el diario El Observador.
Sin embargo, su ADN no coincide con el encontrado en las prendas de Lola, por lo que no hay pruebas de que haya sido él quien la mató.
Ante esta decisión, la abogada defensora de Moreira, Yésica Biquez, insistió en que su cliente no estuvo en el lugar donde mataron a Lola, resaltó que el procesamiento muestra una serie de incongruencias y anunció que apelará el fallo.
«Él no cometió el delito que se le pretende imputar. No cometió el delito de coautoría de homicidio muy especialmente agravado. En caso de considerarse algún delito, este debería ser omisión de asistencia (por parte del cuidacoches a Lola). No hay nada nuevo en la investigación», dijo además la abogada al diario El País.
Para el fiscal el sospechoso debe estar preso porque conocía aspectos fundamentales del caso que de no haber estado involucrado no podría saber. Pero el acusado asegura que declaró bajo presión y que algunos detalles que dio los escuchó de los investigadores durante el tiempo en que estuvo detenido en 2015.