El cuerpo hallado el martes pasado en el río Chubut durante rastrillajes en busca de Santiago Maldonado fue trasladado ayer a la Morgue Judicial de la Nación y hoy será sometido a una autopsia. En tanto, los estudios de ADN podrían demorar entre tres y siete días y tendrán lugar en un laboratorio de la ciudad de Córdoba.
El procedimiento estará dirigido por tres legistas del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema e integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), pero participarán peritos de las querellas y la Gendarmería logró hacerse un lugar con la designación de un especialista de la fuerza que representará al único imputado, el subalférez Emmanuel Echazú, que integraba el grupo de los agentes que llegaron hasta la orilla en la persecución a los mapuches en medio de la cual desapareció Maldonado.
El cadáver, que permanecía en la morgue de Esquel, fue trasladado en un avión sanitario en el que también viajó el juez federal a cargo de la causa por el hábeas corpus del joven, Gustavo Lleral, que partió, a las 6.30, desde la ciudad chubutense y llegó tres horas después al aeropuerto metropolitano Jorge Newbery.
El magistrado prohibió a los médicos forenses y peritos de parte, que hoy, a las 9.30 comenzarán la autopsia sobre el cadáver, el ingreso con teléfonos celulares u otros dispositivos tecnológicos al lugar donde se realizará la práctica para evitar filtraciones de material fílmico o fotográfico del trámite procesal.
Lleral ordenó que la necropsia «sea filmada con audio a través de dos cámaras de video, una fija y otra móvil,» y reclamó que el trámite procesal quede documentado con fotografías. El mecanismo es habitual en las autopsias, aunque no todas las audiencias son registradas de ese modo.
También dispuso que sólo haya una cámara de fotos del Cuerpo Médico Forense y prohibió «el ingreso de celulares en el lugar de ejecución de la autopsia y durante la realización de la misma a todos aquellos que participen».
El juez Lleral prohibió a los médicos forenses y peritos de parte el ingreso con teléfonos celulares u otros dispositivos tecnológicos al lugar donde se realizará la práctica para evitar filtraciones de material fílmico o fotográfico del trámite procesal.
Respecto de los alcances de la autopsia, el magistrado pidió a los médicos que determinen «la identidad, la data y causal y modo de la muerte del cuerpo humano hallado» en Chubut.
Para el primero de esos requerimientos será necesaria la extracción de muestras corporales para determinar la cadena de ADN, cuyos resultados podrían demorar entre tres y siete días y se realizarán en un laboratorio cordobés que trabaja desde 2003 junto al EAAF, dirigido por Carlos Vullo.
En la autopsia intervendrán peritos del Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema de Justicia, aunque el máximo tribunal tomó distancia cuando surgieron cuestionamientos por parte de Gendarmería sobre el accionar en la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman.
También intervendrán el antropólogo Carlos Somigliana y el médico Luis Bosio, del EAAF, y el perito papiloscópico de Prefectura Pedro Salas.
Fueron convocados, además, peritos de cada una de las cinco querellas y del gendarme Emanuel Echazú, quien se presentó el 13 de octubre como «imputado» y fue aceptado como tal en el expediente.
El cuerpo fue hallado el martes al mediodía sumergido en el río Chubut, enredado en ramas y a unos 300 metros de donde Gendarmería reprimió la protesta mapuche en la que fue visto por última vez Maldonado, el 1º de agosto.
El cadáver tenía ropas oscuras y una campera de color celeste, que coincidía con los testimonios de las últimas personas que vieron a Santiago, al igual que con una foto tomada por Gendarmería en la que aparecería el tatuador.
Además, entre sus prendas estaba el DNI de Maldonado, aunque eso no puede tomarse como una identificación positiva
La familia Maldonado, en tanto, aclaró que la letrada que los representa, Verónica Heredia, «no fue ni es abogada del Cels sino que se desempeña de forma independiente».