Ernesto Clarens, financista ligado a Néstor y Cristina Kirchner, declaró este viernes en los tribunales de Comodoro Py y le pidió al juez federal Claudio Bonadio ser incluido bajo la figura de arrepentido en el marco de la causa de los cuadernos que investiga el sistema de corrupción y coimas en torno a la licitación de obras públicas.

Después de que varios empresarios lo señalaran como el receptor de los bolsos con dinero que transportaba Oscar Centeno y Roberto Baratta, el financista accedió a ayudar en la investigación como arrepentido aportando información y señalando a otros implicados, lo que complicaría a la expresidenta Cristina Kirchner.

Clarens es dueño de la financiera Invernes S.A.  y su nombre salió en las declaraciones cuando comenzaron a indagar sobre las financieras y los responsables de las operaciones bancarias que otorgaban los dólares que después eran transportados en bolsos hasta la Quinta de Olivos o el departamento de los Kirchner.

Sin embargo sus implicancias en los casos de corrupción no terminan allí. La unidad de Información Financiera (UIF), que participa de la investigación, le entregó un informe al juez Sebastián Casanello en donde se establece que Clarens fue quien garantizó la estructura para que Lázaro Báez, empresario imputado en la causa conocida como La Ruta del dinero K, trasladara U$S 60 millones al exterior.

En concreto, se sospecha que Clarens fue quien trianguló el dinero de Báez por cuentas bancarias en Suiza, Bahamas, Hong Kong, Estados Unidos, Uruguay y las Antillas Holandesas.

Funcionario liberado

Por otra parte, Bonadio ordenó la excarcelación del bahiense Martín Larraburu, exsecretario del exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina y uno de los primeros detenidos en la investigación por los cuadernos del remisero Oscar Centeno y el supuesto pago de coimas al gobierno kirchnerista.

De acuerdo con los cuadernos, el 5 de septiembre de 2013 Larraburu habría recibido dinero de manos del empresario arrepentido Juan Carlos de Goycochea, exdirectivo de la española Isolux, y luego se lo habría entregado a su jefe.

En su declaración, el politólogo de 35 años se definió como un «mero pasamanos» de dinero que entregaba a Juan Carlos «Chueco» Mazzón y que llegaba a José Ottavis y Andrés «Cuervo» Larroque, entre otros, para hacer proselitismo. Su versión está en sintonía con lo que dijo el exjefe de Gabinete que «solo cumplía órdenes».

Larraburu fue detenido el 1 de agosto. Pese a que ahora fue excarcelado deberá pagar una caución de $50 mil para quedar libre.