Dos jóvenes de 17 y 18 años fueron detenidos, imputados por la Justicia por el asesinato del chofer de la línea 620 Leandro Alcaraz, ocurrido el domingo en Virrey del Pino, mientras que los conductores de la línea despidieron a su compañero a la altura del kilómetro 32 de la ruta 3, donde se volvieron a congregar para exigir justicia, esta vez frente a la sala velatoria.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se solidarizó con la familia del colectivero, asesinado el domingo en La Matanza, y destacó la presencia de Gendarmería «en muchos lugares» de la provincia de Buenos Aires, como había reclamado la intendenta de ese partido, Verónica Magario.
«Entendemos la situación, nos solidarizamos con la familia y seguiremos trabajando» en materia de seguridad, dijo Peña en declaraciones a la prensa tras la reunión de gabinete, que encabezó esta mañana el presidente Mauricio Macri en Casa de Gobierno.
En tanto, destacó que la Gendarmería está presente «en muchos lugares de la provincia», pero también «cuidando fronteras y combatiendo el narcotráfico».
Esa declaración llegó pocos minutos después de que en el velorio de Leandro Alcaraz, en la sala velatoria La Catalfo, sobre la ruta 3, uno de los choferes gritó: «Por favor, que los ministros nos den bola. Queremos que la gente que mata que vaya presa, que vaya a laburar al campo como nos enseñaron nuestros padres para ganarnos el pan dignamente. Por favor, basta, estamos hartos, estamos cansados».
Instantes antes de que el cortejo fúnebre partiera al cementerio de La Matanza con el cuerpo del colectivero asesinado, sus compañeros se reunieron para despedirlo y reclamar seguridad frente a los hechos de violencia que viven diariamente cuando hacen su recorrido.
Familiares y compañeros de Leandro Alcaraz, el colectivero asesinado por dos pasajeros que no quisieron pagar el boleto, se juntaron en Virrey del Pino para despedirlo previo a su entierro, y volvieron a reclamar justicia por lo sucedido y medidas para frenar la inseguridad.
Detenidos
En tanto, fueron detenidos dos hombres de 17 y 18 años, luego de varios allanamientos ordenados por la Justicia, imputados formalmente por el crimen.
La Policía Bonaerense llegó a la casa de los imputados luego de cuatro testimonios de testigos presenciales del crimen que, incluso, elaboraron el identikit de uno de los supuestos asesinos.
