Se llama Ley de Etiquetado, y obliga a los productos alimenticios altos en azúcar, grasas saturadas, sodio o calorías a llevar advertencias sobre su contenido con el fin de combatir los altos índices de obesidad en Chile.
Tras una tramitación de cinco años en el Congreso y cuatro de adecuación de la industria, Chile alica desde mediados de 2016 esta ambiciosa ley que busca reducir los altos índices de obesidad derivados principalmente de la mala alimentación, fundamentalmente en los niños, ya que de 10 menores cinco presentan exceso de peso, según información del Ministerio de Salud (Minsal) chileno.
La ley de etiquetado busca regular aquellos productos alimenticios poco saludables, que deben llevar en su envase un sello en forma de octágono de color negro semejante a una señalización de tránsito «PARE», en el cual se advierte que contiene altos índices de calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio, según sea el caso.
“Estos alimentos no pueden tener publicidad, porque no se puede hacer publicidad engañosa a alimentos que no son saludables. Por lo tanto se prohíbe a estos alimentos la publicidad en la televisión en el horario del niño”, explicó Guido Girardi, senador y principal promotor de la ley.
Estos productos, que no se pueden vender en los colegios, deberán evitar igualmente dibujos o logos que inciten a su adquisición en tiendas y supermercados.
«Chile se instala como un país pionero a nivel mundial en materia de promoción de alimentación saludable», dijo por su parte Carmen Castillo, ministra de Salud.
Si en la década de los setenta en Chile se luchaba contra la desnutrición, más de 40 años después la pelea se enfoca en las alarmantes cifras de obesidad: el 32% de los niños tiene sobrepeso, mientras que el 67% de la población global padece de este problema, según la última Encuesta Nacional de Salud.
Con estas medidas, el gobierno busca incentivar nuevos y mejores hábitos alimenticios en la población, pero especialmente que los padres tengan el conocimiento exacto de lo que sus hijos consumen para que privilegien comprar los productos que no contengan los sellos de advertencia.
La ley obliga a unos 8.000 productos alimenticios a cambiar sus envases. La prohibición de la venta de productos poco saludables en colegios y que estén acompañados por juguetes ha sido un revés para marcas como el huevo de chocolate «Kinder Sorpresa», que ya no puede ser comercializado, mientras que las cadenas de comida rápida McDonalds y Burger King debieron readecuar sus famosas «cajitas» («feliz» o «mágica», según el caso) destinadas al consumo de niños.
La empresa italiana Ferrero Rocher, fabricante del Kinder que lleva un juguete de regalo, expresó al gobierno su protesta por la normativa y amenazó con impugnar la ley ante instituciones nacionales e internacionales, acusándola de que «afecta la reputación de uno de sus productos más populares».
«Estamos tranquilos porque hemos ido cumpliendo con todas las etapas de desarrollo de esta ley, que satisfacen parámetros de comercio internacional», respondió Jaime Burrows, subsecretario de Salud Pública.