Tras la expectativa que había generado, Puigdemont habló desde Bruselas.
«No estoy aquí para pedir asilo», enfatizó el ex presidente catalán, en un apretado club de prensa, donde explicó a los medios de todo el mundo los motivos de su viaje a Bélgica, tras el fallido intento de independencia en Cataluña y cuando la fiscalía española lo ha denunciado por rebelión, sedición y malversación, delitos que se pagan con hasta 30 años de prisión.
Ante la pregunta de un periodista, tras culminar su declaración, aclaró que no está en Bélgica para pedir asilo político sino «para trabajar con libertad y seguridad».
»Estamos aquí a cambio de las garantías que no nos da España», dijo y agregó que «desde el momento en que el Gobierno nos cesó de nuestras responsabilidades no tenemos protección».
«Tenemos que trabajar con un gobierno legítimo y hemos decidido que la mejor manera de hacerlo es ir a la capital de Europa», explicó.
Acerca de cuándo regresará a España, Puigdemont respondió: «Depende de las circunstancias».
»Si se pudiera garantizar un juicio justo y con separación de poderes, volveríamos inmediatamente», condicionó. Y señaló que no hay fecha fija, a la que condicionó a «cómo se desarrollen los hechos».
El ex conseller de Interior, Joaquim Forn que lo acompañaba aprovechó una pregunta para aclarar: «Quiero recordaros que ahora mismo el delito de rebelión es equiparable al de terrorismo. Nosotros nunca hemos actuado con violencia, pero se nos equipara con terroristas. Es por esto que el presidente pide que Europa reaccione».