El cáncer de mama es la causa más frecuente de muerte por cáncer a nivel mundial.
En la Argentina se diagnostican 18.700 casos nuevos por año y se producen cerca de 5.600 muertes por año, la mayoría asociada a diagnósticos tardíos. Sin embargo, con detección temprana, la enfermedad tiene cerca del 90% de chances de curación.
Aunque afecta principalmente a mujeres entre los 50 y los 80 años, un 1% de los casos de cáncer de mama se dan en hombres, y entre un 10 y 15% de los casos, en mujeres de menos de 40 años. Y se estima que una de cada 8 mujeres padecerá un cáncer de mama en algún momento de su vida.
En todo el mundo, se diagnostican 1,4 millones de nuevos casos de cáncer de mama al año y se calcula una tasa anual de mortalidad cercana a los 450.000 fallecimientos.
La detección precoz es fundamental en el cáncer de mama, dado que el 98% de los casos diagnosticados a tiempo remiten completamente, aunque la cifra es solo del 24% si se diagnostica en fase avanzada.
Factores de riesgo no modificables:
- Ser mujer.
- Tener más de 55 años.
- Poseer una predisposición genética.
- Contar con un historial personal de cáncer de mama.
- No haber tenido hijos.
- No haber dado de mamar.
Factores modificables:
- Obesidad (especialmente post menopausia).
- Tabaquismo.
- Ausencia de ejercicio.
- Terapia con estrógeno para la menopausia.
Diagnósticos:
La mayoría de los cánceres de mama son diagnosticados a partir de un hallazgo anormal en un estudio de control, como ecografía mamaria, mamografía o resonancia nuclear magnética. Sin embargo, algunos son detectados por la presencia de determinados hallazgos clínicos como pueden ser la palpación de nódulos o áreas hinchadas o abultadas, cambios en el aspecto de la piel (enrojecimiento, retracción) o la secreción sanguinolenta por el pezón-
Las herramientas disponibles en la actualidad para la prevención y el diagnóstico precoz de cáncer de mama son especialmente importantes para aquellas mujeres que presentan mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama y para las cuales el inicio temprano del tratamiento se traduce en una reducción de la mortalidad.
“Por eso es importante estimar cuál es ese riesgo y de esa manera recomendar la modalidad y la frecuencia del control mamario, la necesidad de realizar estudios más dirigidos, como la determinación de mutaciones genéticas, así como para considerar la implementación de tratamiento preventivos o cirugías profilácticas (mastectomía reductora de riesgo), detalló el doctor Martín Engel, perteneciente a la Sección de Patología Mamaria del Hospital Alemán
Métodos de detección
“Los distintos métodos imagenológicos tienen como objetivo principal la detección temprana de lesiones malignas iniciales. Cada uno presenta ventajas y desventajas y no son excluyentes sino convergentes, aumentado el porcentaje de diagnóstico de cáncer de mama siempre que sean solicitados por un especialista”, indicó Engel.
La mamografía es el principal método utilizado para la detección por ser el único estudio por imágenes que demostró una reducción en la mortalidad por cáncer de mama, pudiendo detectar lesiones malignas desde un año y medio hasta cuatro años antes de que una lesión sea clínicamente evidente. Sin embargo, es importante mencionar que un 15% de cánceres pueden pasar inadvertidos.
La ecografía mamaria cumple el rol de acompañar a la mamografía, utilizándose para la evaluación de lesiones solidas o quísticas que no pueden ser evaluadas mediante la mamografía. Por eso es que se acostumbra a pedir una ecografía mamaria junto a una mamografía, especialmente en pacientes pre-menopáusicas, donde el tejido mamario es más glandular y por ende más denso.
La resonancia nuclear magnética es otro estudio imagenológico empleado para el diagnóstico y seguimiento del cáncer de mama, pero no debe emplearse como estudio control y se reserva para aquellas mujeres con alto riesgo genético (portadoras de mutación).