El debate que busca establecer a la educación como “servicio esencial” y así limitar los paros docentes fue reflotado en las últimas horas por Cambiemos en la Legislatura bonaerense, y los gremios docentes no tardaron en rechazar la medida, a la que calificaron de “inviable” e “irresponsable”.
Si bien el proyecto del legislador Guillermo Castello, un diputado de Elisa Carrió, fue presentado en agosto de 2017 en la Legislatura, en las últimas horas recibió el respaldo público del presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca. «Es una buena variante para analizar, pensando en que no se pueden perder más días de clases en las escuelas», dijo.
https://twitter.com/guillercastello/status/1040233463360749568
Es que la iniciativa declara a la educación primaria como «servicio esencial», lo que no impide los paros, pero obliga a que durante una medida de fuerza se garantice una guardia mínima para que los padres dejen a sus hijos en las escuelas.
En ese contexto, los docentes enrolados en el Frente de Unidad Gremial (FUDB) rechazaron enfáticamente la medida y el titular de Suteba, Roberto Baradel, incluso trató de “burros” a quienes impulsan la iniciativa.
"…Si la idea es impedir el derecho a huelga, tienen que reformar la constitución de la Provincia y la Constitución Nacional" @RobiBaradel en @CronicaTV
— SUTEBA Provincia ⭐⭐⭐ (@SUTEBAProvincia) September 14, 2018
«No tienen la menor idea de lo que significa un servicio esencial. Así se declara, mediante un convenio con la OIT (Organización Internacional del Trabajo), cuando está en riesgo la vida, la salud o la seguridad de las personas», explicó Baradel, quien precisó que esas modalidades se aplican, por ejemplo, para «establecer guardias mínimas, por ejemplo, en un hospital», pero que resultan inaplicables en educación.
«En el caso de los docentes, si establecemos una guardia mínima, logramos el objetivo que el convenio de servicios esenciales intenta evitar, que es poner en riesgo la seguridad de los chicos. Que haya cinco maestros para darles clases a 300 alumnos sería una locura», continuó.
Mientras que su par de FEB, Mirta Petrocini, dijo que la propuesta “entra en contradicción con la irresponsabilidad de sus propios actos” y que “es inviable”, al tiempo que sostuvo que “termina por poner en peligro a los chicos”. Y se quejó porque “desmerece el acto pedagógico”: «¿Cómo hacen dos o tres docentes para enseñar a cientos de chicos?», se preguntó.