Marcelo D’Alessandro, secretario de Seguridad porteño, confirmó que fueron cinco las bombas caseras que intentaron hacer estallar ayer en el cementerio de la Recoleta. Uno de esos dispositivos explotó cuando era manipulado e hirió de gravedad a una mujer cuya «vida corre peligro», según el funcionario de la ciudad.
Por esos hechos fueron detenidas 13 personas, entre las tres que participaron de los eventos de ayer y diez que fueron apresadas durante un allanamiento realizado en una vivienda tomada por militantes anarquistas.
Los detenidos declararán durante la
jornada ante el juez Ercolini, quien
investiga si había una planificación
de atacar la cumbre del G20.
Estas últimas fueron en un domicilio ubicado en Pavón al 2300, del barrio de San Cristóbal. Al nuevo grupo de detenidos lo componen siete hombres, tres mujeres y un menor de edad, quienes serán llevados frente al juez Julián Ercolini.
«Tenemos a las personas identificadas, detenidas y se han secuestrado en los allanamientos pruebas suficientes que las vinculan con el armado de estos artefactos«, indicó el secretario de Seguridad. Esos artefactos son «caños, amoladoras y pólvoras», mientras que el lugar tenía pintadas con mandatos contra el Estado y todo tipo de autoridades.
Sobre la posibilidad de que los ataques estén relacionados con la realización de la Cumbre de líderes del G20 en Buenos Aires, D’Alessandro dijo que no lo descarta pero aclaró que es parte de las investigaciones que se están realizando.