El próximo mes líderes de todo el mundo se reunirán en las Naciones Unidas con el ánimo de discutir estrategias para que la tuberculosis deje de ser una enfermedad olvidada, eclipsada por otras como el VIH/SIDA, a pesar de cobrar cada año miles de vidas alrededor del mundo. Los expertos pedirán que esto cambie para 2030 y propondrán destinar 13.000 millones de dólares anuales para alcanzar este objetivo.
Sin embargo, las disputas entre Estados Unidos y Sudáfrica amenazan a esta primera reunión de alto nivel sobre la tuberculosis, que se celebrará al margen de la reunión de la Asamblea General en Nueva York.
El multimillonario filántropo Bill Gates, que ha impulsado innovaciones en la sanidad pública en los países más pobres, será uno de los principales asistentes a la cumbre sobre la tuberculosis, a celebrarse el 26 de septiembre en Nueva York.
«TB (tuberculosis) no es una enfermedad del pasado, pero si el mundo trabaja cojuntamente para luchar contra ella, sin duda puede serlo», afirmó Gates en una publicación en Twitter.
Se tenían previstos dos meses de negociaciones para concluir con una declaración final en julio, pero las conversaciones se prolongaron después de que Sudáfrica se opusiera a las exigencias de Estados Unidos de eliminar del texto el reconocimiento del derecho de los países más pobres a acceder a medicamentos más baratos.
La organización Médicos Sin Fronteras aplaudió la postura de Sudáfrica y urgió a los países a resistir lo que describieron como «un pulso agresivo» del lobby farmacéutico de Estados Unidos para restringir el acceso a medicinas de bajo costo. Diplomáticos dijeron que las negociaciones continúan en busca de un compromiso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo sonar las alarmas el año pasado cuando aseguró que la tuberculosis había superado al VIH/SIDA en número de fallecidos, mientras que se situaba como la novena causa de muerte en el mundo.
Cerca de 1,7 millones de personas murieron de tuberculosis en 2016, de las 10,4 millones que contrajeron la infección, según datos de la OMS.
En Argentina los casos aumentaron 6% entre los años 2015 y 2017, según indicó la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. «La tuberculosis continúa siendo una enfermedad con gran incidencia a nivel mundial, lo que la convierte en una de las de mayor morbimortalidad», dijo la asociación.
La bacteria que causa la tuberculosis fue descubierta por el alemán Roberto Koch, que presentó su hallazgo el 24 de marzo de 1882. Se trata del bacilo Mycobacterium tuberculosis, o Bacilo de Koch (BK). La enfermedad es una de las más antiguas que afectan a los seres humanos. A pesar del progreso generado en su erradicación, es todavía un problema global.
En la cumbre de Nueva York, los líderes se comprometerán a brindar diagnóstico y tratamiento entre 2018 y 2022 a 40 millones de personas con tuberculosis, incluidos 3,5 millones de niños.
«La innovación en TB simplemente está cojeando», dijo Fujiwara. Solo dos nuevos medicamentos contra la tuberculosis fueron puestos en disponibilidad en los últimos 50 años y no existen pruebas de diagnóstico efectivas para niños.
El aumento de casos de tuberculosis se debe, en parte, al crecimiento de las tasas mundiales de diabetes, que debilita el sistema inmunitario y provoca que los afectados sean más susceptibles a contagiarse.