Hasta el momento se registraron 82 personas fallecidas por los incendios ocurridos en el Estado de California.

Por su parte, el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios del estado, Calfire, fijó como «fecha anticipada de contención total» el 30 de noviembre, lo que, en caso de cumplirse, sería más de tres semanas después de que se declarase el siniestro bautizado como «Camp Fire» el pasado día 8.

Además de los 82 fallecidos, 699 personas permanecen desaparecidas, más de 15.000 edificios han sido destruidos y 61.100 hectáreas arrasadas, mientras que el fuego se logró contener en un 70%, según los últimos datos facilitados por las autoridades.

Las condiciones meteorológicas adversas que se habían pronosticado para las últimas horas, en las que se esperaban fuertes vientos que dificultarán las tareas de extinción, resultaron menos feroces de lo previsto, lo que ha permitido a los bomberos seguir trabajando.

Según las predicciones del Servicio Nacional de Meteorología, mañana llegarán las primeras lluvias a la zona del condado de Butte, donde se desarrolla el incendio, que se encuentra extremadamente seca y que no ha visto llover desde hace meses, citó la agencia de noticias EFE.

La causa que originó el fuego sigue siendo desconocida y las autoridades mantienen abierta una investigación, pero todas las miradas se centran en la compañía eléctrica Pacific Gas & Electric (PG&E), que reveló haber detectado hasta dos problemas en una línea de alta tensión del lugar el mismo día que se declaró el incendio.

De ser encontrada causante del fuego, la empresa podría tener que abonar compensaciones multimillonarias que con toda probabilidad la dejarían en la quiebra.