Tras los excesos del invierno, muchas son las personas que se someten a planes de adelgazamiento para perder varios kilos en poco tiempo. Lo cierto es que según los expertos, para llegar al peso deseado no hay recetas mágicas. Necesariamente hay que transitar un camino de aprendizaje para verse bien y saludable. Adquirir hábitos nutricionales y una vida activa es la única manera de lograr cambios importantes y permanentes, para ello hay que ser constantes, aseguró Macarena Pinatti, Licenciada en Nutrición (M.N° 1332).
La alimentación que se recomienda en verano, como en el resto del año, busca mantener hábitos que cuiden la salud de las personas. Es importante realizar las cuatro comidas diarias: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Se recomienda no saltear ninguna comida e ingerir pequeñas porciones de alimentos cada 3 ó 4 horas para mantener el organismo con un buen nivel de glucosa en sangre y tener el metabolismo activo.
Cada situación es particular y deberá ser acompañada con ciertas recomendaciones. “No existe ‘la dieta del verano’ para que todos apliquen, sí hay ciertas pautas generales que se pueden adaptar a circunstancias particulares”, explicó la especialista. Una de ellas es incluir en las comidas verduras crudas y cocidas; cereales y derivados, preferentemente integrales como arroz, legumbres y
pastas; y también carnes vacunas, pollo y pescado. “Muchas personas creen que eliminando los hidratos de carbono van adelgazar más rápido, pero esto no es así. Los hidratos son nuestra principal fuente de energía”, detalló.
Pero, ¿cómo comenzar? No es fácil hacer todo esto diariamente y teniendo tantas ofertas de comidas rápidas a disposición. Se recomienda hacer un cambio en el estilo de vida durante el transcurso de varias semanas, que luego pueda sostenerse durante meses y años. Dar un paso a la vez aumenta las posibilidades de llegar a un peso saludable y mantenerlo.
Actividad física
‘No solo el deporte es ejercicio’, sostiene un estudio de la Universidad Simon Fraser de Vancouver (Canadá), que demuestra que cualquier tipo de actividad física es efectiva para prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir riesgos de muerte. Se aconseja mantenerse en movimiento durante 30 ó 40 minutos por día, todos los días.
Sin embargo, por cuestiones de rutina laboral, hay personas que no pueden cumplir con esta expectativa. En ese caso, lo que se aconseja es que lo realicen 3 ó 4 veces por semana. “En mi consultorio hay un 25 % de pacientes que por cuestiones de tiempo adoptaron la movilidad sustentable para ir al trabajo. Ya sea caminando o en bicicleta, empezar la mañana en movimiento, para ellos significa comenzar el día de otra manera y con una mejor energía”, dijo la especialista.
La clave radica en sostener hábitos alimenticios saludables a lo largo de toda la vida y no hacer dietas relámpago que, aunque a veces tengan resultados instantáneos, son tan efímeros como frustrantes. Para que las personas cambien sus hábitos, es necesario que este cambio sea importante para ellas. Debe tener más razones para cambiar que para no cambiar. “Buscar un profesional que te entienda y que tenga empatía es importante para llegar a la meta deseada. Siempre que sea algo adaptado a las necesidades de cada uno y ser entendido por el profesional”, concluyó Pinatti.
Tips saludables:
Desayuno: incluir proteínas e hidratos, agregar leche a las infusiones o tomar yogur, comer cereales o tostadas con queso es una buena opción. Se puede incorporar una fruta para hacerlo más completo, o sino dejarla para media mañana. Si hay poco tiempo, se recomienda sumar una pequeña porción de frutos secos.
Almuerzo: Se trata de dividir un plato en dos mitades. En la primera mitad, introducir los vegetales crudos y/o cocidos y en la segunda las proteínas (carnes) y/o cereales (arroz, pastas, legumbres).
Merienda: al igual que en el desayuno se recomienda acompañar la infusión con ensaladas de fr
Cena: evite sumar grasas y calorías con frituras ya que son calorías que no se utilizarán y se convertirán en grasas en las horas de descanso.
Agua: Recuerde tomar entre 8 y 10 vasos de agua diarios. No espere a sentir sed para beber líquido, ya que sentir sed es un signo de deshidratación. El agua es de suma importancia porque ayuda al gasto metabólico y a eliminar los nutrientes que ya no necesitamos.
Lista: Hacer una lista con los productos que se va a requerir para hacer las comidas de la semana. Evitar ir al supermercado con hambre para no caer en la tentación de comprar snacks.