Son al menos 73 las personas fallecidas y 74 las que resultaron heridas el viernes durante una explosión en una toma clandestina de combustible en un ducto de la petrolera estatal mexicana Pemex, según el último informe ofrecido por Omar Fayad, el gobernador del estado de Hidalgo donde tuvo lugar el incidente.

El incidente ocurrió al anochecer del viernes en el ducto Tuxpan-Tula a la altura del municipio de Tlahuelilpan, a 100 kilómetros de la Ciudad de México.

En una conferencia de prensa el sábado, Fayad agregó que a medida que continúas las labores de rescate, la esperanza de encontrar sobrevivientes es menor, mientras empeora el estado de muchos de los heridos.

«El panorama se ha ido endureciendo para todos nosotros, a medida que han pasado las horas las expectativas de encontrar personas vivas prácticamente han desaparecido. Y entre las que se encuentran heridas en muchos casos se ha ido agravando», explicó Fayad.

La cifra ya triplica los reportes iniciales y las autoridades se muestran pesimistas con lo que pueda pasar en los próximos días, dado que algunos reportes indican que existen al menos 71 desaparecidos.

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¿Qué ocurrió?

Según las autoridades, la fuga del combustible se reportó poco después de las 17:00 (23:00 GMT) y la explosión unas dos horas más tarde.

Medios mexicanos reportaron que al producirse la explosión, el combustible creó una especie de barrera de fuego en la zona donde se encontraba la mayor cantidad de personas en una especie de zanja.

Según Pemex, se trataba de una toma clandestina instalada para robar el combustible del ducto, práctica que en México se conoce como «huachicoleo«.

Ducto saboteado
Así brotaba el combustible del ducto saboteado a Pemex cuando llegaron los soldados del Ejército y trataron de acordonar la zona para que no pasara la gente.

Es la mayor tragedia por robo de combustible en la historia del país. Aún se desconoce qué originó la llama que inició la tragedia.

En una conferencia de prensa el sábado el presidente Andres Manuel López Obrador no descartó que se tratara de un sabotaje contra su plan para controlar el robo de combustible, aunque, dijo, será tarea de la Fiscalía determinar lo que sucedió.

Las escenas previas a la explosión en Tlahuelipan ocurren con frecuencia en México. En ocasiones los «huachicoleros», como se conoce a los ladrones de combustible, pierden el control de las válvulas clandestinas y huyen, dejando sin control la perforación de los ductos.

También ocurre que escapan cuando policías o militares llegan a la toma clandestina. Es entonces cuando los vecinos de comunidades cercanas se acercan con cubetas y tambos para aprovechar la gasolina que se fuga.

Desde hace varios años las imágenes de personas virtualmente nadando en pozas de gasolina son comunes, especialmente en redes sociales. La perforación de ductos es una tarea que sólo puede realizar personal especializado.

Pero ante el crecimiento del mercado clandestino de combustibles, cada vez es más frecuente que personas con poca preparación traten de extraer gasolina. Es entonces que ocurren los accidentes.

Fuente: BBC.