A pesar de que había sido anunciado formalmente ayer por la tarde, el presidente Mauricio Macri decidió hoy suspender su participación en el tradicional acto en Rosario por el Día de la Bandera por posibles protestas en su contra.

El Secretario General de la Presidencia de la Nación, Fernando de Andreis, sostuvo que se suspendió la visita ya que los responsables de seguridad del presidente y de la provincia informaron que «se debía reforzar las medidas de seguridad para evitar la posibilidad de que se generen disturbios en las calles de Rosario de organizaciones políticas».

El integrante del Gabinete contó que dialogó con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, con quien coincidió «en que lo mejor es dejar que los vecinos rosarinos puedan disfrutar con tranquilidad de los festejos patrios».

«El Presidente tomó esta decisión basado en preservar ante todo la paz y la seguridad de los rosarinos y solicitó que se informara a través de la prensa de los motivos de la cancelación de su visita», completó el referente del PRO.

Acto cívico

El mandatario tenía previsto tomar juramento a alumnos de distintas escuelas a partir de las 9, en conmemoración del paso a la inmortalidad del general Manuel Belgrano. Y su  discurso iba a ser el primero tras los recientes cambios en el equipo económico del Gabinete.

En su lugar, el que habló fue el gobernador Miguel Lifschitz: «Había que priorizar el acto cívico, el acto popular. Era importante que los rosarinos pudiéramos recuperar un acto con la presencia de los ciudadanos, sin vallas, sin operativos de seguridad especiales. Ese es el sentido. De aquí en más hay que resignificar este acto. Tiene que dejar de ser un acto político y volver a ser lo que fue siempre, un acto institucional pero abierto a la participación del ciudadano común».

Así se expresó esta mañana el mandatario provincial sobre la decisión del presidente de la Nación de no concurrir al acto por el Día de la Bandera. Lo hizo luego de acto de jura de lealtad a la bandera que realizaron efectivos policiales y militares.

Por su parte la intendenta de la ciudad Mónica Fein lamentó su ausencia. La funcionaria afirmó que «Genera desilusión que no venga el Presidente«. Y agregó: «Nuestra preocupación no es la seguridad del Presidente. Iba a estar todo vallado. Macri iba a entrar y salir y no iba a tener ningún problema. Lo que nos preocupa es la seguridad de los rosarinos y todos los disturbios que querían generar para empañar la fiesta».