El Colegio de Kinesiólogos bonaerense (CoKiBa) recomienda la rehabilitación acuática, una modalidad terapéutica avalada por la comunidad científica, para llevar a cabo el proceso de recuperación postquirúrgica del cáncer de mama.

Desde el momento del diagnóstico, las pacientes que padecen cáncer de mama, deben enfrentar complicaciones derivadas de la enfermedad, de la cirugía o del tratamiento.

Algunos de los efectos adversos más frecuentes son la fatiga precoz, el dolor agudo, la restricción en la movilidad articular, la depresión y el deterioro en su capacidad funcional. Esto genera en muchos casos poca adherencia a programas de ejercicio físico.

Resultado de imagen para rehabilitacion acuatica cancer de mama

En ese sentido, la kinesióloga y referente en rehabilitación acuática e hidroterapia en el país e integrante del Colegio de Kinesiólogos (Cokiba), Nancy Mollar explicó que “la rehabilitación acuática es una modalidad de atención terapéutica motivante, donde las pacientes se sumergen en un lecho acuoso, reconfortante y re energético, lo que la convierte en una terapia efectiva para las pacientes con cáncer de mama”.

A posteriori de la intervención quirúrgica, las pacientes suelen padecer pérdida de flexibilidad y del rango de movilidad articular en sus miembros superiores. Por lo que es aconsejable, la realización de ejercicio acuático planificado y especifico del tren superior,  tras una mastectomía o el tratamiento de radioterapia.

Mollar explicó que la adaptabilidad física por parte de la paciente oncológica, “es superior en el medio acuático, ya que la fuerza de flotación y la presión hidrostática, le otorgan soporte corporal y contención, lo que genera beneficios físicos, psicológicos y emocionales”.

“La rehabilitación en el agua potencia la autoconfianza, el autodesarrollo y mejoran la calidad de vida de las pacientes, además de estimular la respuesta del sistema inmunológico, lo cual disminuye, el riesgo de padecer recidivas del cáncer de mama”, explicó.

“La rehabilitación en el agua potencia la autoconfianza, el autodesarrollo y mejoran la calidad de vida de las pacientes»

Luego de culminar con el proceso de rehabilitación, los especializados sugieren continuar con una actividad física o deportiva de mantenimiento. En La Plata, por ejemplo, se creó con ese objetivo el primer equipo de remo de sobreviventes del cáncer de mama de Latinoamérica conocido como “Remeras Rosas” y que es avalado por la Sociedad Argentina de Mastología.